¿Es segura la cirugía Lasik para corregir la hipermetropía?

La hipermetropía es un defecto en la visión que se caracteriza porque la persona ve las imágenes con mayor claridad cuando están lejos en comparación con su capacidad para centrar la vista cuando las tiene cerca. Los rayos de luz son enfocados detrás de la retina, cuando deberían incidir sobre ella de forma correcta. La hipermetropía está causada por un aplanamiento de la córnea o por una reducción del tamaño del globo ocular, o una combinación de estos dos factores.

La cirugía láser corrige la hipermetropía dándole a la córnea una curvatura mayor para que los rayos de luz sean enfocados de forma correcta en la parte de atrás del ojo. El remodelado de la córnea mediante láser es el procedimiento médico con el que se trata la hipermetropía y consiste en darle una nueva forma a la superficie del ojo.

La córnea es un tejido transparente que cubre la zona frontal del ojo y ayuda a ajustar la visión. La cirugía láser se realiza bajo el control de un ordenador para eliminar cantidades microscópicas de tejido de la córnea.

Durante la operación denominada queratectomía fotorrefractiva, una fina capa externa de la córnea, llamada epitelio, es eliminada, tras lo que se procede a remodelar las capas que hay debajo.

 

En cuanto a la cirugía Lasik, se corta una pequeña capa de tejido corneal con un instrumento llamado microquerátomo  o con un láser femtosegundo. Dicha capa se levanta para poder remodelar el tejido que hay debajo y luego vuelve a colocarse en su sitio para que cubra la nueva superficie. El láser no quema los tejidos sino que los vaporiza en pequeñas cantidades con cada ráfaga. El diámetro del rayo láser y el número de pulsos están directamente controlados por computador.

La hipermetropía es un defecto del ojo que solo necesita tratamiento quirúrgico si la persona que lo padece no puede usar gafas ni lentes de contacto. El mínimo de edad para someterse al tratamiento es de veinte años. Las personas que padecen diabetes, enfermedades del sistema inmune o enfermedades reumáticas no controladas deberían evitar este tipo de cirugía. También deben evitarla las personas que tengan una forma anormal de la córnea o una córnea muy fina.

La hipermetropía es un defecto bastante más difícil de predecir y, por lo tanto, menos seguro de corregir que la miopía. En muchos casos se produce una regresión de la corrección, ya que la córnea tiende a volver a su forma original. La hipermetropía acompañada de astigmatismo es el defecto más complicado de corregir. La corrección de hipermetropías de más de 3,00 dioptrías mediante láser es difícil sin causar otros problemas adicionales o experimentar una rápida regresión. Además, la recuperación es más larga que en el caso de la miopía.

Como en casi todas las cirugía refractivas llevadas a cabo con láser excimer, la corrección de la hipermetropía se puede hacer mediante una ablación convencional o guiada por frente de onda.

 

Dos de los métodos que se han usado para la corrección de la hipermetropía han sido la termoqueratoplastia láser (LTK) y la queratoplastia conductiva (CK). La primera aplica láser y la segunda energía de ondas de radio, como si se tratara de un anillo de puntos alrededor del borde exterior de la córnea. Esto hace que el tejido corneal que rodea los puntos se hunda, lo que provoca que el centro de la córnea se combe hacia fuera.

No obstante, todas las técnicas son muy difíciles de llevar a cabo con éxito, y es fácil causar un astigmatismo. Saber a ciencia cierta cuánta energía aplicar y dónde hacerlo es más un arte que una ciencia. Las regresiones con la LTK suelen ser bastante rápidas y por eso está casi abandonada para corregir la hipermetropía. Con la CK la regresión es más lenta, pero aún así se considera un remedio temporal. El Lasik, el Intra-Lasik, la queratectomía fotorrefractiva (PRK), el LASEK y el Epi-Lasik también tienden a la regresión, pero de forma relativamente lenta y en general se estabiliza antes de que la regresión llegue a niveles anteriores a la operación.

A pesar de todos sus puntos débiles, la corrección de la hipermetropía suele considerarse con una práctica exitosa para el paciente. La razón es que la mayoría de los hipermétropes en realidad no pueden ver bien a ninguna distancia. Una persona que además de hipermetropía tiene presbicia es una candidata ideal para este tipo de corrección, ya que cualquier mejora es significativa para el día a día de estos pacientes.

En lugar de intentar remodelar la córnea, las técnicas basadas en lentes P-IOL y RLE son mucho más apropiadas, aunque también tengan sus limitaciones, como la incapacidad para corregir el astigmatismo. Constituyen una alternativa que merece la pena considerar.

 

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