¿Quiénes deberían evitar la cirugía Lasik?

La cirugía Lasik ha ayudado a muchísimas personas a corregir sus problemas de visión. Cuanto más avanza esta tecnología más accesible resulta, y por ello está convirtiéndose en la fórmula más popular para corregir problemas visuales. Sin embargo, la cirugía LASIK aún tiene ciertos riesgos y el procedimiento no está pensado para todo el mundo. Es importante que el paciente compruebe si el LASIK es adecuado para él.

Los mejores candidatos al LASIK son las personas con astigmatismo, miopía o hipermetropía. La elección del LASIK o de otro método de corrección visual dependerá de los problemas de visión particulares del paciente, su estado de salud general y en qué condiciones están sus ojos. Las clínicas LASIK llevarán a cabo un procedimiento preoperatorio para determinar si el LASIK es la solución a emplear.

Como con cualquier otra cirugía, el LASIK entraña riesgos. Los resultados finales varían de una persona a otra. La cirugía puede no funcionar o causar una corrección excesiva o inferior, lo que provocará la necesidad de realizar una o varias cirugías adicionales.

Hay fórmulas que nos permiten reducir los riesgos inherentes a la cirugía LASIK. Seguir las instrucciones pre y postoperatorias del cirujano es de vital importancia para el éxito del procedimiento. Aunque el médico puede hacer una evaluación preoperatoria correcta, seguir las instrucciones y tener en cuenta las advertencias del especialista es algo que depende del paciente.

Con el crecimiento del porcentaje de éxito de la cirugía LASIK, también ha crecido en paralelo el número de profesiones que tienen permitido someterse a este método para corregir la visión. El personal militar y los pilotos, por ejemplo, pueden hacer uso de él. En todo caso, es mejor consultar en el trabajo si tienen restricciones en cuanto al uso del LASIK antes de dar el paso.

Parte del preoperatorio LASIK consiste en un profundo examen ocular en el que el cirujano busca cualquier factor que pueda prolongar el periodo de recuperación o hacer que el paciente no sea un buen candidato. Aunque algunos problemas como las alergias pueden no ser determinantes, probablemente haya que esperar a que la crisis alérgica remita para llevar a cabo la operación. Otros problemas como el glaucoma o las cataratas pueden provocar que seamos considerados no aptos para el LASIK. En este caso, se nos ofrecerán alternativas para corregir nuestra visión.

Aunque pueda parecer que hay muchos riesgos y problemas asociados al LASIK, es un procedimiento muy seguro. El resultado final dependerá del paciente, del cirujano y del problema a tratar.

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