Reincorporación al trabajo tras una cirugía ocular láser

El tiempo que necesitemos de baja tras una cirugía láser ocular depende del tipo de cirugía refractiva a la que nos hayamos sometido, de la cantidad de error refractivo que sea necesario corregir, de las complicaciones que podamos experimentar tras la intervención y del tipo de trabajo que realicemos. A menudo, la cirugía refractiva es un proceso de seis meses de duración más que un milagro que se pueda realizar en 20 minutos. Aunque muchos pacientes vuelven al trabajo al día siguiente, otros tienen grandes dificultades durante días o semanas.

 

Se sabe que el Lasik, el IntraLasik, la queratoplastia conductiva (CK) y las lentes Intacs proporcionan claridad visual casi de forma inmediata tras la cirugía, mientras que la queratectomía fotorrefractiva (PRK), el LASEK y el Epi-Lasik pueden tardar unos cuantos días o semanas.

No es inusual que aparezcan complicaciones como sombras, arcos, puntos luminosos, auras, astigmatismo regular e irregular y otros problemas potenciales en los momentos inmediatamente posteriores a la intervención, lo cual puede reducir la claridad de la visión durante un breve periodo de tiempo o de forma permanente. Por regla general, estos síntomas se disipan cuando termina el proceso de curación en unas semanas o meses, aunque a veces se necesita tratamiento adicional para corregir el problema si éste se da.

El procedimiento con lentes intraoculares fáquitas P-IOL, basado en el de lentes intraoculares (IOL) y la cirugía Faco-Refractiva (RLE) son significativamente más invasivos que el resto de cirugías, y tienen periodos de recuperación más largos.

 

 Trabajar frente al ordenador parece ser problemático para algunas personas tras una cirugía refractiva. La distancia del monitor y la naturaleza de la luz proyectada les causan fatiga e incluso dolores de cabeza. La gente tiende a parpadear menos cuando trabaja ante el ordenador muchas horas. El trabajo agotador o que pueda causar lesiones en el ojo debe ser evitado hasta que la curación esté lo suficientemente avanzada como para resistir los riesgos de lesión habituales. Es muy importante que el ojo esté protegido de golpes o frotamientos. En el caso de los atletas, es probable que el médico no les dé el visto bueno para volver a entrenar a las primeras de cambio. En el caso de los jardineros, podrían tener que dejar de trabajar o llevar gafas protectoras durante algún tiempo. Cada situación individual debe ser evaluada con base a la probabilidad de contacto con el ojo. A causa de las posibles fluctuaciones en la visión inmediatamente después de la cirugía, deben evitarse trabajos que requieran fijar o forzar el ojo durante largos periodos de tiempo.

Cada persona es diferente y cada situación única, por lo que es necesario hablar con un médico competente para conseguir una estimación del tiempo de baja laboral.

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Flesko